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La Patagonia Argentina posee algunos de los mejores ríos y lagos para la pesca con mosca del mundo. Aquí son tantos los lugares clasificados como pesqueros de importancia que cuesta trabajo imaginar cómo la naturaleza forjó tantos lugares prístinos e inmáculos en esta parte del planeta. Todo los ambientes ricos en vida foresta y fauna silvestre, lo que agrega al paisaje esa dosis de eterno, amplio e indomable. Durante décadas se han forjado historias y mitos de la pesca en esta parte del orbe, pero sólo un lugar resuena en la memoria colectiva como un eco nacido de la misma esencia de la pesca con mosca en el nuevo mundo: Río Limay.
El Limay es uno de los grandes pesqueros de Argentina y, por lo mismo, este es uno de los ríos más conocidos y buscados por la gran mayoría de los pescadores de mosca que visitan esta parte de la Patagonia. A lo largo de la temporada su pesca es muy diferente, por eso no es extraño que muchos pescadores lleguen a este río de características únicas para abrir y/o cerrar una gran temporada de pesca. Las truchas del Limay son una recompensa al pescador que se aventura en estas aguas, ya que siempre está latente la posibilidad de capturar una de las marrones que siempre están buscado los fervientes deportistas de forma incansable a lo largo de sus vidas.
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El río Limay nace en el extremo oriental del lago Nahuel Huapi y recorre en forma serpenteante aproximadamente 500 kilómetros en dirección noreste. La cuenca del Limay es el límite natural entre el las provincias de Neuquén y Río Negro. A lo largo de su recorrido la cuenca del Limay recibe el aporte de otras aguas muy ricas en nutrientes e importantes como lo son los afluentes del río Traful, río Pichileufú y río Collón Curá, hasta encontrarse con el río Neuquén, lugar donde se forma la confluencia de río Negro. Sus aguas son claras y posee un importante caudal, el que promedia 220 metros cúbicos por segundo. La cuenca del Limay posee un área de unos 63.700 kilómetros cuadrados e incluye la mayoría de los ríos y arroyos de la cuenca del atlántico en la región.
La elevación del lago Nahuel Huapi, la que se encuentra a unos 764 metros sobre el nivel del mar, generan condiciones favorables para la construcción e instalación de una serie sucesivas de represas hidroeléctricas sobre el cauce del Limay. Entre estas represas y embalses se encuentran Alicurá, Piedra del Águila, El Chocón, Arroyito y Pichi Picún Leufú. Cabe destacar que la necesidad de aprovechar la fuerza hidráulica del Limay para generar energía eléctrica no ha influido en la calidad de su pesca. Esto último se debe en gran medida, gracias a lo extensión de la cuenca del Limay, así como la implementación de políticas y cuidados muy bien implementados para que exista una verdadera convergencia entre la industria y el turismo sustentable.
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La pesca en el Limay y el expertiz de Gastón Ambrosino
Para Gastón Ambrosino, un experimentado pescador y guía de Argentina, pescar en el Limay es la mejor experiencia que un pescador puede experimentar que visita esta parte de la Patagonia. "No hay nada mejor que empezar una nueva temporada muy ansiada, más si todo comienza en el Limay. Siempre tratamos de llegar al río con muchas ganas de pescar y disfrutar de buenos momentos con los amigos. Allí se forjan experiencia únicas y se adquieren nuevas historias y vivencias".
Gastón recomienda iniciar la temporada de pesca en el Limay con un equipos Nº 6, 7 y 8. Entre las moscas más productivas se encuentran los streamers en colores negro, verdes y blanco, patrones que nunca fallan para tentar a una truchas voraz y territorial. Hay momentos determinados y lugares donde la pesca con ninfa es un as infalible para atrapar esas truchas más escurridizas y selectivas, por lo que en una caja de moscas para el Limay no pueden faltar patrones como la Prince, Pheasant Tail y las productivas Stone flies. Pero el Limay también ofrece la posibilidad de capturar truchas con mosca seca, entonces patrones clásicos como las Adams, Royal Wulf y Parachute entre algunas otras, son la forma más segura de capturar truchas con línea de flote.
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A lo largo de la temporada la pesca es muy estable y con buenos rendimientos. Las tallas de las truchas capturadas oscilan entre 1 kilo y 2,5 kilogramos en promedio. El río es muy caprichoso, en su recorrido se junta con otros esteros y se forman brazos cortos pero con las aguas encajonadas, por lo que la corriente viene muy rápido y cuando se tiene un pique la trucha trata de meterse adentro del flujo de agua. Esto provoca que la fuerza y tensión de línea aumente bastante y muchas veces la fuerte corrida de las truchas se confunda con la de peces de mayores tamaños y proporciones. Estas peleas dan una gran satisfacción luego de la captura. Las truchas Arcoiris tienen mucha fuerza y dan saltos muy fuertes fuera del agua para quitarse la mosca. Las farios o marrones busca la protección en el fondo y tratan de liberarse con sucesivas envestidas y cabezazos.
Es en las mejores correderas donde las arcoiris con sus saltos y corridas dan una gran batalla y debemos estar muy atentos para trabajar su captura y evitar perder los mejores ejemplares. Aquí también encontramos marrones muy importantes con sus hermosos colores que se distinguen de las residentes con las del lago. Su color marrón con manchas negras y lunares rojos son una muy merecida recompensa tanto en batalla como en lo recuerdos que quedarán plasmados en las fotografías que se lleve cada pescador luego de su captura y devolución. A lo largo del Limay se encuentran diferentes paisajes con correderas, pozones, remanzos, árboles y troncos hundidos dejados por las inundaciones del invierno. En este entorno también se puede disfrutar el contacto y avistamiento con una flora y fauna muy rica que brindan la posibilidad de apreciar aves de impresionante belleza. La vegetación sorprende con los colores verdes de los árboles y plantas. El río tiene sus aguas muy transparentes y muchas veces puede disfrutar de alguna trucha subiendo a comer, tomando insectos o reposando.
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Durante la temporada 2010/11 y a partir de finales del mes de febrero, marzo y abril nos encontramos con truchas de proporciones bastante grandes de tamaños en los lugares que ya habíamos pescado anteriormente, y donde sabíamos que estarían comiendo refugiadas y oxigenándose. La tesis fue la correcta y logramos capturas de Arcoiris superiores a los 3 y 3,5 kilogramos, así como truchas de 5 kilos que nunca antes habíamos visto. Demás está decir que por la fuerza poderosa de algunos peces perdimos varias truchas grandes. El éxito lo obtuvimos con las Grandes Marrones del Limay donde capturamos truchas de 3,5 a 4,6 kilogramos, y verdaderos trofeos de 6 ; 6,7 ; 7,3 y 8 kilogramos, un record en Limay Medio la temporada que pasó. No puedo dejar de pensar en esas truchas maravillosas con las que seguro sueña cada pescador en cada momento que entra con su equipo de pesca al agua.
| Escrito por: Gastón Ambrosino y Ricardo Ordoñez D. | |||
| Fotos e Imágenes: http://limaymonsters.blogspot.com - limaymonsters@hotmail.com.ar |
Lavaguada
Posted in: Flycast
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