Pesca en la Laguna Mar Chiquita-Daniel Pavoni

 

 

Hay que moverse permanentemente y probar en distintos sitios con diferentes carnadas

Siguiendo con la pesca del pejerrey en lagunas cercanas a la ciudad de Mar del Plata, en esta ocasión nos dirigimos a la localidad de Mar Chiquita, más precisamente a la albufera de Mar chiquita, única en la Argentina, donde se mezcla el agua salada del mar con el agua dulce de la laguna, y donde habitan gran cantidad de aves y peces. Este espejo de agua se encuentra lleno de “bochones” formados por un gusano poliqueto, en forma de hongo, lo cual hace complicada su navegación.
Partimos de la ciudad de La Plata acompañado por Carlos Loyola; circulando por la Autovía 2 llegamos, donde al llegar al km 71, Carnadas El Biguá, realizamos la primera parada, para comprar las mojarras. Allí nos estaba esperando Jorge López, siempre con la buena atención y el dato de pesca que todo pescador necesita.

El pesquero

Continuamos por autovía 2 hasta llegar al acceso a Santa Clara, tomamos ruta 11, hasta llegar al kilómetro 472, donde encontramos el pesquero Juan y Juan, atendido por Pablo.
Al llegar se sumó a la salida Fabián Di Biassi, un amigo que siempre nos brinda el hospedaje en Mar Chiquita, a quien, al llegar encontramos colocando el motor al bote en el que saldríamos a realizar el relevamiento.
El día se presentaba soleado, pero con mucho frío, y una helada que había congelado todo lo que tocó. Al cargar todos los equipos, partimos del embarcadero, siempre siguiendo la fila de palos, que nos marca la zona más segura para navegar.
Al llegar al último palo nos dirigimos a la zona del “muñeco”, estando el agua clara y con una profundidad de 80 centímetros, ideal para dar con los pejerreyes.
Anclamos el bote y comenzamos a preparar los equipos, Carlos con caña de 4 metros y Fabián y yo con cañas de 3,20 metros, reeles frontales cargados con multifilamento del 0.18 y las líneas de dos tipos, convencional de tres boyas con brazoladas de 90 cms. y el tradicional paternóster de tres anzuelos y brazoladas de 80 cms.; los anzuelos marca Mustand 277E y 220A número 2.
La carnada es algo fundamental ya que nos puede variar en la misma jornada, en esta ocasión teníamos mojarra viva y salada, filet de dientudo, pejerrey y de lisa en aceite, y lo que nunca debe faltar es el camarón fresco y pelado.

La pesca

Ya con todo listo, dimos comienzo a la pesca. Al ver que los piques no llegaban, cambiamos varias veces de carnada y de profundidades, hasta que comenzamos a ver algunos bulos y las primeras capturas no tardaron en llegar.
Los piques fueron muy sutiles, y en algunos casos picaban pero dejaban la carnada. Este pejerrey es muy combativo y robusto, y posee una boca muy chica, lo que lo hace más difícil a la hora de clavarlo.
Luego de un rato sin piques nos movimos a la zona del “chupete”, y las respuestas fueron más rápidas, y al ver que el pejerrey comía mal, Fabián me dijo que probara a fondo, y las respuestas fueron inmediatas, y con portes que llegaron a los 40 centímetros.
Al ver esto terminamos los tres pescando en esta modalidad. Luego de una hora de buena pesca y viendo que el sol se nos iba, decidimos regresar al pesquero, ya que nos deparaban unos 45 minutos de navegación.
Relevamiento:
Daniel Pavoni.
Servicios:
Darío Elías, (0223) 15-5180699; Pesquero Juan y Juan (Pablo), (O223) 15-4214421.

Diario el Dia

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